De siglo en siglo, las personas están cambiando, pero sus principios principales permanecen sin cambios. En particular, es costumbre en la sociedad condenar a los traidores y alentar a los seguidores leales de palabras o sentimientos. ¿Por qué está pasando esto? En mi opinión, todas las relaciones fuertes, sin las cuales es imposible que las personas trabajen juntas, están comprometidas y devastadas por la traición. Por lo tanto, establecemos pautas morales que ayudan a preservar nuestro frágil mundo social.
Considere el ejemplo de la novela de L. N. Tolstoy "Anna Karenina". La heroína engañó a su esposo, destruyendo un largo matrimonio. Todos los arreglos fueron disipados por el viento. El pequeño Seryozha, el hijo de los Karenins, fue atacado, porque después de la partida de su madre estaba muy triste y la extrañaba, sin entender lo que estaba sucediendo. El esposo de Anna también se puso nervioso, enojado e irritable, y al final, como me parece, generalmente perdió la fe en las personas. La mujer misma fue casi la más afectada por esta tragedia, como resultado, incapaz de lidiar con el estrés y la culpa, terminó con su vida suicida. Vronsky también sufrió, perdiendo todo lo que le gustaba antes. Ella y Anna se encontraron en un aislamiento forzado de la sociedad. Como resultado de esta brecha, nadie ganó la felicidad, por el contrario, todos se volvieron mucho más miserables que antes.
N. Leskov describió otro ejemplo en la obra "Lady Macbeth del condado de Mtsensk". La heroína le es infiel a su esposo, y este crimen conlleva consecuencias más serias. Katerina Lvovna decide matar a su esposo y suegro para heredar la fortuna y disfrutar tranquilamente de las pasiones con el empleado. Sin embargo, su crimen se hace público, y los amantes van a trabajar juntos. Allí Sergey está engañando a su dama con una bonita convicta, lloviendo sobre su compañera todos los reproches por sus fracasos. Katerina termina su vida viciosa llevando al rival al fondo y ahogándose con ella.
Es obvio que la traición destruye las relaciones humanas y corrompe el alma humana. La fidelidad se opone a este poder, manteniendo una armonía de constancia y honestidad en las palabras y los hechos. Solo un fiel compañero de vida puede ser confiado al hogar familiar, la base del orden mundial. Si la devoción salva al mundo, entonces la traición lo destruye y arruina.