(283 palabras) Fedor Mikhailovich Dostoevsky es considerado un verdadero genio y maestro de una novela psicológica. Gracias a su extraordinario talento para "penetrar" las almas de las personas que lo rodean, el famoso escritor y publicista ruso del siglo XIX no solo pudo contar el difícil destino del estudiante Rodion Raskolnikov, sino también hacer que el lector piense en un concepto tan subjetivo como la justicia.
Si le preguntas a las personas qué quieren decir con la palabra “justicia”, cada uno de los encuestados responderá con frases aproximadas, ya que la justicia es abstracta y variable. También es imposible crear condiciones absolutamente iguales para la existencia de la humanidad en la tierra. Un ejemplo de esto son los intentos fallidos de construir el socialismo y el comunismo. En cuanto a la novela Crimen y castigo, o más bien su personaje principal, Rodion Raskolnikov, él, al contrario de sus propias dudas, fue capaz (como le pareció a él) de derivar una fórmula para la felicidad nacional, para crear una teoría de salvar a la humanidad de individuos cínicos y mentirosos. Durante mucho tiempo estuvo pensando en quién es realmente: "una criatura temblorosa" o "un derecho tiene". Como resultado, tales pensamientos finalmente e irrevocablemente convencieron al estudiante a no solo pasar por la ley, sino también a sí mismo. Para gran sorpresa del héroe, el mundo no solo no mejoró, sino que empeoró. El mundo interior de Rodion Raskolnikov fue destruido. Vale la pena mencionar cómo en detalle el autor describe todos los tonos y transiciones del tormento de la conciencia.
Con su ejemplo, el joven demuestra que el crimen siempre es un colapso, una división en la base del mundo que decidiste construir. Así como las grietas en la pared de una casa nunca la harán más fuerte, la violencia y el linchamiento no harán la vida más justa. Así, la novela sociopsicológica F.M. El "crimen y castigo" de Dostoievski hace que uno se pregunte si vale la pena destruir una vida por otra. La novela también plantea el problema de la justicia, que no es tan fácil de resolver. Sin embargo, el autor está seguro de una cosa: solo el amor y la fe en lo mejor, a la luz, pueden vencer al mal, pero no la agresión y la venganza.