(350 palabras) Katerina es el personaje principal en la obra de A. Ostrovsky "The Storm". Utilizando la imagen de esta niña como ejemplo, la autora muestra la imagen de una mujer ideal de la época que, por el bien de su felicidad y las reglas de la moral general, se encuentra en una situación desesperada.
Desde la infancia, la niña estuvo rodeada por el cuidado y la atención de su madre. Ella estaba libre del hogar y otras tareas, pero esto no la hacía perezosa e incapaz de vivir independientemente, sino que, por el contrario, traía una gran ventaja en su educación. Para el lector, ella se ve hermosa y atractiva.
Pronto, la niña se casa con Tikhon y se ve obligada a vivir en la casa de su esposo. Las reglas en esta familia son establecidas por la madre, a quien todos están acostumbrados a escuchar y obedecer en todo. El esposo de Katerina no estaba constantemente en casa, y ella se vio obligada a quedarse sola en casa con el Jabalí. Ella tiene un carácter persistente y luchador y está acostumbrada a que todos en la casa se sometan a ella. Katerina, acostumbrada a amar y cuidar, se encuentra en un mundo completamente paralelo a ella. La madre de Tikhon le reprocha a la niña las tareas domésticas y todos sus asuntos, y el propio Tikhon no muestra ninguna atención a su esposa, y a veces incluso golpea a la heroína de la obra. Pero al final, vemos que el héroe todavía amaba a su esposa, pero confiaba en las malas historias de su madre.
Habiendo sufrido tal vida, Katerina se enamora de Boris. Ella entiende que esto es contrario a los principios morales, pero cede a sus deseos y se reúne con su amante en secreto con su esposo y su familia. La conciencia la atormenta y, como heroína honesta, confiesa a su esposo y suegra en su traición. Después de confesarle a la niña, una ola de negatividad y enojo se derrumba. Su esposo la golpea y su suegra está lista para matar y "enterrarla en el suelo". Al darse cuenta de que nunca se perdonará a sí misma por su acto y tolerará los reproches de su familia, Katerina decide suicidarse y ahogarse.
Por lo tanto, vemos que Katerina, según lo descrito por el autor, era una niña justa, decente y receptiva. Ella trató a otras personas con especial cuidado y comprensión. Debido a su naturaleza sensible y débil, tiene que soportar declaraciones insultantes de otras personas para las que no está preparada. Y en busca de libertad y felicidad, la niña se suicida. Debido a un final tan triste, el lector evoca sentimientos de tristeza y arrepentimiento.